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jueves, 3 de diciembre de 2015

¿Qué pasa si he dado una dosis de vacuna Bexsero a mi hijo y ahora no hay?

El revuelo que ha generado el desabastecimiento de la vacuna Bexsero, la única vacuna contra la meningitis B, en el mercado. Muchos padres venís a preguntarnos: ¿qué pasa si ya le he dado una dosis de Bexsero y ahora no hay? El Centro de Información del Medicamento del Colegio de Farmacéuticos de Badajoz, ha emitido una tabla informativa que lo aclara perfectamente. Y es que:

1 Lo que se indica en la ficha técnica de la vacuna es el tiempo mínimo que debe transcurrir entre dosis, no el máximo.
2.Y según la Asociación Española de Pediatría, en su Manual de Vacunas en Línea, indica que ningún intervalo temporal máximo entre dos dosis compromete su inmunogenicidad y eficacia: la administración de las dosis pendientes asegura una inmunización correcta.


¿Qué pasa si he dado una dosis de Bexsero y ahora no hay?


martes, 23 de junio de 2015

Ardor de estómago: ¿Cómo actuar frente a él?

El paciente define la dispepsia o ardor de estómago como “una sensación de dolor o de disconfort” que se presenta de manera continua o intermitente y que asocia —en la mayoría de los casos— a la ingesta de alimentos.

Dispepsia

La dispepsia se clasifica en tres tipos, dependiendo de si se ha estudiado o no esta patología y del resultado de este estudio:
  • Dispepsia no investigada: de aparición reciente y que, por tanto, no ha sido estudiada en el momento actual.
  • Dispepsia orgánica: que ha sido estudiada e identificada la causa orgánica que da origen a los síntomas (úlcera, ERGE, cáncer gástrico, enfermedades crónicas, consumo de determinados fármacos...)
La pirosis y la regurgitación no son parte de la dispepsia, sino de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
  • Dispepsia funcional: es la más frecuente de todas (60%). Aquella en la que, una vez realizadas todas las pruebas diagnósticas (incluida una endoscopia), no se llega a encontrar una causa orgánica que justifique los síntomas del paciente.
La etiología de la dispepsia es muy variada aunque la dispepsia del tipo funcional corresponde a un 60% aproximadamente del total de los casos. El otro 40% restante de las dispepsias responde a una causa orgánica, siendo las más frecuentes la esofagitis por reflujo (13%) y la úlcera péptica (8%), con mucha diferencia, afortunadamente, sobre patologías malignas como el cáncer esofágico o el cáncer gástrico (2%).
Las causas que provocan la dispepsia funcional, cualesquiera que sean sus manifestaciones clínicas, tienen su origen en una serie de alteraciones que están presentes en todos los pacientes con trastornos funcionales digestivos (TFD) en mayor o menor medida, y que se corresponden con una anomalía de la actividad motora intestinal, de la sensibilidad visceral, alteraciones microinflamatorias de la mucosa intestinal y otras alteraciones psicopatológicas. Referente a estas últimas, en muchas ocasiones la comorbilidad psicopatológica de los pacientes tiene un gran peso en los síntomas y en la intensidad clínica de los mismos en los TFD.

Síntomas, signos y diagnóstico

Dada la variabilidad sintomática de la dispepsia, se ha denominado como “complejo sintomático de la dispepsia” y, dentro de ella, se distinguen dos subtipos de síndromes dependiendo de la clínica que presenten estos pacientes: síndrome de distrés postprandial y síndrome de dolor epigástrico.

Criterios diagnósticos del síndrome del distrés postprandrial

Deben estar presentes uno o más de los siguientes síntomas:
  • Plenitud postprandial que produce molestia, ocurre después de una comida de cantidad normal, y sucede varias veces por semana.
  • Saciedad precoz que impide terminar una comida de cantidad normal y ocurre varias veces por semana. Los criterios deben cumplirse durante los últimos 3 meses y los síntomas haber comenzado un mínimo de 6 meses antes del diagnóstico.
  • También pueden estar presentes hinchazón abdominal en la pared superior del abdomen, náuseas postprandiales o eructos excesivos.
  • Puede coexistir el síndrome del dolor epigástrico.

Criterios diagnósticos del síndrome de dolor epigástrico

Deben estar presentes todos los síntomas:
  • Dolor o ardor localizado en el epigastrio de intensidad al menos media o grave y un mínimo de una vez por semana.
  • Dolor es intermitente.
  • No se generaliza ni se localiza en otras regiones del abdomen o el tórax.
  • No mejora con la defecación ni el ventoseo.
  • No cumple criterios diagnósticos para los trastornos funcionales de la vesícula biliar o del esfínter de Oddi.
Deben haberse sufrido durante los últimos 3 meses y haber empezado, como mínimo, 6 meses antes del diagnóstico:
  • El dolor puede ser de características quemantes (ardor), pero sin ser retroesternal.
  • Frecuentemente el dolor se induce o mejora con la ingesta, pero puede ocurrir en ayunas.
  • Puede coexistir el síndrome del distrés postprandial.

Desde la Farmacia

En el diagnóstico de la dispepsia siempre se debe tener en cuenta algunos “síntomas de alarma” por los que no se nos debe olvidar preguntar nunca, para descartar una patología que pueda ser la causa.
Las preguntas que deberemos hacer a los pacientes que soliciten un antiácido o cualquier otro fármaco para sus problemas gastrointestinales son, fundamentalmente, las siguientes:
  • ¿Qué le ocurre?
  • ¿Desde cuándo le ocurren estas molestias?
  • ¿Ha tomado ya algo (de forma ocasional o continua) algo para intentar aliviar los síntomas?
  • Preguntar por síntomas y/o signos de alarma.
Son señales de alarma:
  • Disfagia.
  • Odinofagia.
  • Vómito persistente.
  • Signos de hemorragia (hematemesis, melena, ferropenia, sangre oculta en heces).
  • Pérdida de peso y apetito sin causa aparente, anorexia.
  • Disfonía matutina (ronquera), tos (preferentemente nocturna), episodios de disnea nocturna brusca, sibilancias nocturnas. Laringitis y asma por reflujo como manifestaciones extraesofágicas asociadas a la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
  • Dolor epigástrico o abdominal que despierta por la noche.
  • Ictericia.
  • Ascitis.
  • Palpación de una masa abdominal (por el paciente por ejemplo y que lo cuente en la farmacia o que se le pregunte al paciente si se ha notado algo).
  • Antecedentes familiares de cáncer (sobre todo digestivos).
  • Inicio de los síntomas por encima de los 55 años.
  • Toma de fármacos ulcerogénicos:
    • AINE: por inhibición del enzima ciclo-oxigenasa. Habría que tener en cuenta que la toma de estos fármacos, independientemente de la vía de administración, puede producir lesiones en todo el trayecto gastrointestinal.
    • Anticonceptivos orales que contengan progestágenos, diazepam, alprazolam y alendronato por producir la relajación del esfínter esofágico inferior.
    • Por su toxicidad gástrica: corticoides, antagonistas del calcio, inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina, clopidogrel, suplementos del hierro, agonistas beta-adrenérgicos, teofilina, nitratos, digoxina, eritromicina, tetraciclinas, anticolinérgicos, potasio, derivados opiáceos.
Ya sabéis, en caso de duda, consultad con vuestro médico o farmacéutico, que sabrá aconsejar sobre los productos más adecuados y si existen o no interacción con otros medicamentos que toméis. 

¡FELIZ SANT JOAN A TODOS! Y cuidado con las comidas y cenas copiosas ;) 

martes, 19 de mayo de 2015

Homeopatía, sí o no

Muchas veces venís a la farmacia consultando sobre la homeopatía: ¿funciona o no? Existen muchas teorías y varias corrientes a favor y en contra. No vamos a entrar en detalles de ninguna de ellas, sencillamente queremos compartir con vosotros 10 razones por la que la recomendamos y en muchos casos la consumimos:

Homeopatía

1. Nos permite volver a una medicina humanista. La homeopatía ofrece una aproximación humanista al paciente, va a situar a la persona en el centro, la va a mirar de forma global y personalizada.
2. Le da el protagonismo al paciente. Para el médico homeópata el paciente es doblemente protagonista, porque como decisor razonado, elige cómo quiere tratarse y participa de manera natural en el proceso de curación. Los medicamentos homeopáticos van a potenciar la capacidad del organismo para reaccionar y recuperar el equilibrio.
3. Es una medicina eficaz. El principal motivo de abandono de los medicamentos homeopáticos que declaran los usuarios es que ha desaparecido la causa que motivó su toma. Y de hecho, según el I Estudio sobre Conocimiento y Uso de la Homeopatía, el 87% de los usuarios recomendaría la utilización de homeopatía a sus familiares y amigos.

domingo, 15 de junio de 2014

¿Qué va mejor: Paracetamol o Ibuprofeno?

Esta entrada de hoy se la dedicamos a nuestros amigos de @quemedaspara  de Asturias que son un referente en los videoconsejos de farmacia.
Tanto Lucía Arroyo como Ismael Migoya son farmacéuticos y han montado esta plataforma para informar al usuario de preguntas habituales que recibimos en la farmacia.

Una de las preguntas habituales que recibimos en el mostrador es: ¿paracetamol o ibuprofeno? Pues depende, así que para salir de dudas y hacerlo en un formato más visual, os dejamos su vídeo. Y recuerda... ¡consulta siempre con el farmacéutico!


martes, 22 de abril de 2014

Cómo poner gotas a un niño


Poner gotas a los adultos suele resultar una tarea relativamente sencilla en la mayoría de los casos. La situación en los niños es bien distinta, y lograr que la gota llegue a su destino puede convertirse en un auténtico reto. 



Párpados cerrados con una fuerza de superhéroe, caras escondidas tapadas por manos y brazos, llantos desconsolados, gritos y golpes, situación habitual al intentar poner una gota a un niño o bebé. Por todo ello, y para evitar que medio bote de colirio sea derramado en el frustrado intento de que una sola gota caiga en el interior del ojo de los hijos, proponemos a continuación un listado de breves consejos que pueden ser de utilidad.

Consejos para aplicar las gotas

  • Las manos deben estar limpias antes de iniciar el proceso
  • Los más pequeños quizás no entiendan a la perfección las indicaciones, pero sí serán receptivos al tono tranquilizador
  • Una vez abierto el bote, retirar la arandela que cubre la base del gotero, ésta podría caer en interior del ojo del niño y lesionarlo.
  • En el caso de que se trate de un fármaco, consultar siempre previamente con el oftalmólogo o pediatra o en la farmacia para evitar reacciones alérgicas y/o interacciones con otros medicamentos.
  • Si es necesario instilar diferentes tipos de colirios, es imprescindible dejar un intervalo de cómo mínimo 5-10 minutos entre los mismos. La aplicación continuada sin los minutos de espera podría hacer que una gota arrastrara a la otra, anulando así sus efectos.

miércoles, 9 de abril de 2014

Higiene íntima en la mujer

Una forma esencial de cuidar nuestro cuerpo es desarrollar hábitos saludables de higiene corporal. Dentro de nuestra rutina de higiene, no debemos olvidar la higiene intima. Los genitales femeninos están en contacto frecuente con secreciones vaginales, orina, menstruación y sudor, y al ser una zona poco ventilada, la humedad generada favorece el desarrollo de bacterias. Por ello, es fundamental mantener dicha zona perfectamente limpia.


La vagina ya dispone de manera natural de un sistema de autolimpieza mediante el fluido generado en sus paredes que arrastra las células muertas y otros microorganismos al exterior. Dicho liquido viscoso es inoloro y su producción se ve augmentada durante la ovulación y en la excitación sexual.   

Aunque no debemos descuidar el cuidado de nuestra zona intima tampoco debemos obsesionarnos con ella y utilizar productos que puedan ocasionarnos más perjuicios que beneficios. 
Debemos lavar nuestros genitales diariamente, un delicado lavado con agua y jabón pH neutro será suficiente para prevenir el mal olor y la aparición de infecciones. Sin embargo, a menudo no basta con la limpieza que una ducha nos proporciona debido a que existen factores externos que alteran la higiene, entre los cuales se encuentran:
  • El uso de ropa demasiada ajustada y elaborada con materiales sintéticos.
  • El uso de jabones con fragancia para el lavado de la zona genital que pueden ser irritantes.
  • La aplicación de anticonceptivos que pueden irritar y desequilibrar la flora vaginal.
  • Las relaciones sexuales pueden causar alteraciones químicas y son vía de entrada a infecciones de transmisión sexual.
  • El uso de tampones y compresas durante la menstruación
  • Los cambios hormonales que se dan en las diversas etapas de la vida de la mujer (embarazo, menopausia...)


Pautas para la higiene intima
  • Lavar los genitales de delante hacia atrás, evitando de esta manera transportar los gérmenes del ano hacia la vagina.

  • No realizar lavados vaginales ya que alteran la flora vaginal y fomentan la aparición de infecciones. Limpiar solamente el exterior de la vulva, los labios mayores y menores, teniendo especial cuidado en los pliegues.

  • Secar con una toalla limpia la zona tras el lavado

  • Procurar utilizar ropa interior de algodón, éste permite que nuestros genitales transpiren mejor. El nailon y demás fibras sintéticas acumulan humedad favoreciendo el cultivo de bacterias.

  • Recambiar los tampones o compresas mínimo cada 4-6horas.
  • No utilizar esponjas o guantes sintéticos para la limpieza de la zona genital, ya que estos acumulan infinidad de gérmenes.


    Si notas un cambio en el color u olor del flujo vaginal  o sientes picor o escozor, te recomendamos acudir a un especialista, ya que se puede tratar de algún tipo de infección. 




domingo, 24 de noviembre de 2013

Achiisss: vitaminas para prevenir los resfriados


El resfriado es una infección vírica que afecta a las vías respiratorias altas. También se le llama catarro común, constipado o rinofaringitis aguda. Es uno de los trastornos de más incidencia y una de las mayores causas de absentismo laboral y escolar, aunque su frecuencia real es muy difícil de establecer ya que, al ser leve, muchas personas se autodiagnostican y se automedican sin pasar por la consulta del médico.





La gripe es una enfermedad respiratoria aguda causada por el virus “Influenza”.  Su periodo de incubación es de aproximadamente 48 horas. Los síntomas duran una media de 5 a 7 días.

Más de 200 virus distintos pueden causar un cuadro catarral. Los más frecuentes son las variedades rinovirus y coronavirus. Como, a su vez, existen muchos subtipos de cada variedad, las recaídas en la infección pueden ser frecuentes ya que nos puede afectar un virus distinto ante el que nuestro sistema inmunitario no haya elaborado defensas específicas.



No hay un tratamiento para combatir la causa del resfriado, solo para los síntomas, por este motivo, es tan importante la prevención.