miércoles, 9 de abril de 2014

Higiene íntima en la mujer

Una forma esencial de cuidar nuestro cuerpo es desarrollar hábitos saludables de higiene corporal. Dentro de nuestra rutina de higiene, no debemos olvidar la higiene intima. Los genitales femeninos están en contacto frecuente con secreciones vaginales, orina, menstruación y sudor, y al ser una zona poco ventilada, la humedad generada favorece el desarrollo de bacterias. Por ello, es fundamental mantener dicha zona perfectamente limpia.


La vagina ya dispone de manera natural de un sistema de autolimpieza mediante el fluido generado en sus paredes que arrastra las células muertas y otros microorganismos al exterior. Dicho liquido viscoso es inoloro y su producción se ve augmentada durante la ovulación y en la excitación sexual.   

Aunque no debemos descuidar el cuidado de nuestra zona intima tampoco debemos obsesionarnos con ella y utilizar productos que puedan ocasionarnos más perjuicios que beneficios. 
Debemos lavar nuestros genitales diariamente, un delicado lavado con agua y jabón pH neutro será suficiente para prevenir el mal olor y la aparición de infecciones. Sin embargo, a menudo no basta con la limpieza que una ducha nos proporciona debido a que existen factores externos que alteran la higiene, entre los cuales se encuentran:
  • El uso de ropa demasiada ajustada y elaborada con materiales sintéticos.
  • El uso de jabones con fragancia para el lavado de la zona genital que pueden ser irritantes.
  • La aplicación de anticonceptivos que pueden irritar y desequilibrar la flora vaginal.
  • Las relaciones sexuales pueden causar alteraciones químicas y son vía de entrada a infecciones de transmisión sexual.
  • El uso de tampones y compresas durante la menstruación
  • Los cambios hormonales que se dan en las diversas etapas de la vida de la mujer (embarazo, menopausia...)


Pautas para la higiene intima
  • Lavar los genitales de delante hacia atrás, evitando de esta manera transportar los gérmenes del ano hacia la vagina.

  • No realizar lavados vaginales ya que alteran la flora vaginal y fomentan la aparición de infecciones. Limpiar solamente el exterior de la vulva, los labios mayores y menores, teniendo especial cuidado en los pliegues.

  • Secar con una toalla limpia la zona tras el lavado

  • Procurar utilizar ropa interior de algodón, éste permite que nuestros genitales transpiren mejor. El nailon y demás fibras sintéticas acumulan humedad favoreciendo el cultivo de bacterias.

  • Recambiar los tampones o compresas mínimo cada 4-6horas.
  • No utilizar esponjas o guantes sintéticos para la limpieza de la zona genital, ya que estos acumulan infinidad de gérmenes.


    Si notas un cambio en el color u olor del flujo vaginal  o sientes picor o escozor, te recomendamos acudir a un especialista, ya que se puede tratar de algún tipo de infección. 




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