Artículo cedido por El Club de la Farmacia
Activar, reparar y renovar la piel dañada por prácticas dermoestéticas de moda como la depilación requiere tratamientos garantizados e inocuos. Los principios activos de la centella asiática se han revelado altamente eficaces como epitelizantes regeneradores de las pieles agredidas.
La piel funciona como una barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea, protegiéndolo y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras. Prácticas tan habituales en nuestros días como la depilación clásica o con láser pueden causar alteraciones en la integridad de la piel.
A continuación analizaremos qué tipo de lesiones puede causar la depilación y qué tratamientos deben aplicarse.
Depilación clásica
La depilación es una técnica que consiste en la eliminación del vello de alguna zona del cuerpo. Las técnicas clásicas de depilación son aquellas que ofrecen un resultado temporal: afeitado y aplicación de ceras calientes/frías o de cremas depilatorias a base de tioglicolatos de sodio o potasio, etc.
Las lesiones más frecuentes que puede causar la depilación son las que resultan de la aplicación de agentes físicos directamente sobre la piel: efecto del calor, la tracción de la piel o las abrasiones.
Las lesiones de la piel requieren una actuación rápida para asegurar una buena regeneración del epitelio y evitar la aparición de dolor y de posibles complicaciones por infección
Ante una lesión por depilación debe seguirse un protocolo básico:
– Lavado inicial de la zona con agua y jabón. El secado se debe realizar con toques suaves (debe evitarse siempre el frotado).
– Aplicación de agua o compresas frías para reducir la inflamación.
– Puede aplicarse un producto epitelizante con componente antiirritante para favorecer una rápida reparación y renovación de la epidermis.
– No suele ser necesaria la aplicación de antisépticos o productos con elevado contenido en alcohol.
– Cuando se observen signos de sobreinfección, debe valorarse el uso de un antibiótico o un producto con efecto bactericida.
Las áreas lesionadas suelen regenerarse en menos de una semana. Se deberá tener la precaución, en adelante, de evitar el agente causal, o bien de valorar si se ha usado incorrectamente.
Depilación con láser
La depilación con láser es la aplicación de energía en forma de luz intensa sobre el folículo piloso, lo que causa una lesión irreversible sobre éste, y el vello tratado se debilita y cae en pocos días. Es una técnica eficaz en pacientes o zonas de piel clara y pelo oscuro y grueso.
Las zonas del cuerpo humano donde más se aplica esta técnica son las ingles, las axilas y las piernas. No obstante, hay una serie de limitaciones en el uso de la depilación con láser (ver la Tabla 1). Además, se aconseja una hidratación óptima de la piel antes de iniciar el tratamiento.
El rayo láser puede provocar con frecuencia un enrojecimiento de la piel o signos de inflamación (edema alrededor del folículo), aunque son lesiones de carácter leve o transitorio. Sólo en menos de un 1% de los casos puede aparecer foliculitis, hiperpigmentación o hipopigmentación, costras, púrpura, erosiones, cicatrices, fotofobia, incremento transitorio de la pilosidad o edema palpebral.
En España se ha limitado la potencia de las radiaciones y se contraindica el uso para menores de 18 años y embarazadas. Además, se desaconseja el uso de aparatos de bronceado en grupos de riesgo: fototipos cutáneos I y II, cuando existen lunares atípicos o múltiples y en el caso de antecedentes familiares de cáncer de piel.
El tratamiento de las lesiones cutáneas producidas por la depilación con láser se centrará en:
– La aplicación de frío local, que reduce la extensión de la inflamación superficial y el dolor. Se puede realizar aplicando compresas frías.
– Si aparecen signos inflamatorios, puede utilizarse un producto con propiedades epitelizantes que asegure una correcta regeneración del epitelio afectado. Para casos más complicados, se aconseja el uso de algún cicatrizante combinado con antibiótico.
– El lavado con agua y jabón suele ser suficiente para prevenir el riesgo de sobreinfección.
TABLA 1. Limitaciones en el uso de la depilación con láser
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– Evitar en caso de hirsutismo o hipertricosis si no se ha realizado previamente un estudio adecuado.
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– No utilizar en pieles bronceadas.
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– No se recomienda la exposición solar tras el tratamiento, debido a que aumenta el riesgo de quemaduras.
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– No aplicar a personas con tratamientos farmacológicos a base de fenitoína, fenotiacinas, griseofulvina, hipoglucemiantes orales, AINEs, quinolonas, tetraciclinas o antidepresivos, ya que se corre el riesgo de que aparezca fotosensibilidad y fotoalergia.
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– No se recomienda en personas de raza negra, durante el embarazo ni en la lactancia.
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– Se ha de evitar en caso de herpes simple recurrente, fiebre y/o infecciones.
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Referencias: Adaptado de "Tratamiento de las pieles agredidas", Carlota Santaella, farmacéutica especializada en Dermofarmacia. Artículo original publicado en el nº 28 de la revista Innova (junio de 2010).
Artículo original: Pieles agredidas II: depilación clásica y por láser
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